Tras la lectura de un texto sobre las hojas, su función y sobre la clorofila decidimos ver dónde está. Cogemos unas hojas de acelgas y espinacas y las machacamos en un mortero ¡Ahí está!
Se nos ocurre que tan sólo estrujando las hojas sale la clorofila. Hacemos estampas en un papel. ¡Mirad!